Existe un desconocimiento del
origen, de las raíces de los barrios, de las formas de expresión, el
desarrollo, ritos y costumbres que les identifican y que son parte de la
cultura tradicional y popular de la región. En la comuna de Talcahuano existen
110 juntas de vecinos que agrupadas en 6 sectores trabajan sistemáticamente en
mesas barriales a lo largo del territorio de pertenencia, a través de este
trabajo interactivo se perciben a si mismas con la necesidad de rescatar y
de construir un registro de su identidad, acervo cultural que
conforma el patrimonio inmaterial de los distintos sectores que habitan. Esta
percepción y necesidad identitaria se ha acrecentado después del terremoto y
tsunami ya que la tragedia obligó a
muchos vecinos a emigrar a otras comunas u otros barrios perdiéndose con ellos
la riqueza de identidad patrimonial de sus testimonios de fundación y
construcción de cada barrio al que pertenecen originalmente. La comuna es una
ciudad puerto que cuenta con un considerable porcentaje de población flotante o
transitoria y una explosión demográfica creciente de familias jóvenes que se asientan en nuevos
barrios lo que contribuye a esta pérdida de identidad y pertenencia de la
comuna. Esta sensación de pérdida de identidad y origen es transversal tanto a
género, edad y condición socioeconómica, es una comunidad entera que pierde la
riqueza patrimonial de su existencia como tal, depositada en sus habitantes quienes
a través de la interacción con los vecinos, diálogos y talleres, podrán
elaborar un registro impreso que servirá a las actuales y las nuevas generaciones,
enriqueciendo el patrimonio regional y comunal.
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