miércoles, 7 de noviembre de 2012

BARRIO DIEGO PORTALES




Luzvenia Fernández y Juana Medina,
Junta Vecinal Diego Portales 38-C.

Toda  mi niñez la viví dentro de ese galpón pequeño que teníamos por casa. Separábamos las camas con cortinas y una cocina para hacer nuestros alimentos, por supuesto sin baño, mi hermano mayor, mi hermano menor, papa que era inválido, mi mamá y yo, hasta que un día cuando ya estaba por cumplir los 17 años mi mama me dijo con voz así como de cómplice:
---Hija hoy no nos acostemos temprano, abríguese lo mejor que pueda y cuando oscurezca, saque una frazada de la cama que vamos con unos vecinos a tomar un terrenito para hacernos nuestra propia casa---
Yo me asusté un poco por su tono de voz pero por supuesto que apoyaba a mi vieja que siempre tenía que ponerle el hombro para sacarnos adelante.
Ese día, 8 de Mayo  de 1970 a las 23.45 horas, salí de mi casa-galpón con una frazada bajo el brazo a buscar mi nueva casa.
En el Fundo Macera era la cuestión, llegamos en bandada por cientos, sindicato de trabajadores Sigdo Koopers, González Azuad, Diario Color, Diario El Sur, Favilu, Empresas Ruiz y otros que yo ni entendía lo que significaba, muchos “independientes” como nosotros que hasta ese día vivíamos en galpones, casa de latas o de cartones, nuestros líderes eran (por que la cosa era bien organizada) don Javier Navarro, don Nelson Maldonado, don Luis Alarcón, don Sergio Romero y don Luis González. Policía de Investigaciones nos encuesto, éramos 860 personas sin contar los niños que eran bien abundantes y  corrían entre las amarras de nuestras precarias carpa-casa hechas de frazadas, latas, cartones, y algunos plásticos ya que en esos años eran pocos  o caros. La benevolencia de Mayo se acabó y dejó pasar el invierno, --- ¡lo que era eso oiga!--- como jabón el barro, eran potreros sin ningún cobijo que nos resguardara de  la lluvia, lo único que nos “resguardaba” era el acordonamiento policial con 200 carabineros venidos de todo el país con sus abusos de fuerza. Con el tiempo los mismos policías vieron nuestro sacrificio y de tanto convivir con ellos la cosa se fue suavizando, bolsita de té daba para una taza más para convidar al Sr. Paco que nos cuidaba. Con el tiempo las autoridades se dieron cuenta que nuestra desesperación por nuestra casa propia y digna era más fuerte que la desesperación de habitar el campamento más mísero de toda la comarca y afines del 71 todos nos subimos a un tren, nos fuimos al Congreso para negociar la compra del terreno con el Ministro…oiga eso fue apoteósico…por decir lo menos, no queríamos robar, no queríamos usurpar…solo queríamos nuestras casas y el segundo viaje fue para conversar que clase de vivienda y como nos la construirían. Ahí aprendí una nueva palabra “autoconstrucción”. En todas las casas-carpas se abrió la cuenta de ahorro del pobre…el tarro de nescafé vacío con una rasgadura en la tapa para juntar las monedas, también en todas las casas-carpas se hacía algún negocio, en la nuestra se vendía dulces, cigarros sueltos y por supuesto, el pan amasado que hacia mamá desde siempre y era nuestro sustento económico. Comenzó la edificación de nuestras casas, una tabla aquí un clavo allá, un vidrio acullá y la cosa comenzó a tomar vuelo, todos estábamos en la misma, emparejar terreno trabajar, trabajar, trabajar hasta que llegó ÉL con su pestilencia de muerte: 1973, Septiembre 11, en las sobras de la noche, gritos, sollozos, rasguños y en el día nos mirábamos, nos contábamos y éramos menos, aprendí  tres palabras nuevas: “allanamiento”, “operativo” y “desaparecido”. Con todo seguimos adelante con la solidaridad de quienes van hacia una misma meta, compartimos nuestras miserias y hoy compartimos nuestra abundancia, nuestras casas están completas, nuestras calles pavimentadas, si hasta garaje para el auto tienen. Otras poblaciones, otros vecinos se nos han agregado a nuestro alrededor y bienvenidos sean pero los que surgimos en los potreros del Fundo Macera desde el barro y el cartón fuimos nosotros el Campamento Lenin para transformarnos  en laa Población Diego Portales, pilar y frontera de la Comuna de Talcahuano ….¡Lo logramos vecinos!...


No hay comentarios:

Publicar un comentario